domingo, 29 de agosto de 2010

EUFORIA PRESIDENCIAL POR EL CRECIMIENTO

José María Carmona

El gobierno de Calderón hecho las campanas a vuelo, cuando conoció  que el Producto Interno Bruto creció  en 7.6 por ciento en términos reales anualizados en el segundo trimestre del presente año, el mayor crecimiento registrado en poco más de los últimos 12 años, pero para los analistas este crecimiento es engañoso si se toma en cuenta que para el mismo periodo pero del año pasado la economía decreció de manera negativa en 7.9 por ciento, lo que significa que sumando el crecimiento negativo con el positivo la economía en el segundo trimestre prácticamente queda anulado el crecimiento.

Por sectores, el comercio fue el que registró la tasa de crecimiento real en términos anualizados que fue de una tasa del 18.9 por ciento; los servicios educativos crecieron en 14 por ciento, en tanto que la industria manufacturera lo hizo en 13.4 por ciento, al mismo tiempo el hospedaje y los restaurantes creció a 11.5 por ciento y el sector de transporte y correo tuvo un crecimiento a una tasa de 10.9 por ciento.

Pero los servicios profesionales, las direcciones de empresas, la construcción y otros servicios tuvieron un decrecimiento negativo para el periodo mencionado.

Este logro económico que aparentemente sería producto de la política económica que instrumenta el gobierno de Calderón es consecuencia de la recuperación económica de los Estados Unidos donde su demanda externa se volvió a reactivar, y con ello el sector manufacturero exportador es el motor de este crecimiento económico espectacular.

En los cálculos políticos de Calderón los datos dados a conocer por el INEGI no son malos y al mismo tiempo es oxigeno puro para seguir adelante con su programa económico, el cual será presentado el próximo 8 de septiembre a la Cámara de Diputados para su aprobación. El gobierno de Calderón ha anunciado un paquete de reformas estructurales para consolidar la recuperación de la economía del país entre las cuales se encuentra la reforma laboral como uno de los ejes del crecimiento económico.

Hasta ahora el gobierno ha sido muy cuidadoso sobre el contenido del paquete presupuestal para el 2011, en materia de política fiscal y particularmente de nuevos impuestos o aumentos en los mismos, pero las cúpulas empresariales ya promueven una tasa generalizada al Impuesto Sobre el Valor Agregado lo que significa orientar la política tributaria a los contribuyentes cautivos y que los sectores más pobres de la población del país tengan que pagar el IVA en alimentos y medicinas; hasta ahora es tan solo una propuesta que estará presente en la discusión y aprobación del paquete fiscal del año entrante.

Cabe señalar que el crecimiento espectacular que ha registrado el PIB durante el segundo trimestre del año, fortalecerá la fundamentación de la política económica instrumentada por el gobierno de Calderón, pero también existen amenazas, porque según los analistas económicos del sector privado, advierten un menor crecimiento para el segundo semestre del año, como consecuencia de la desaceleración de  la economía estadounidense, que según proyecciones será del 0 por ciento en su tasa en términos reales.

Es por ello que la euforia presidencial por el comportamiento económico en el segundo trimestre durara poco, y todavía hay que esperar si la recuperación a menor ritmo puede llegar a ser consistente en el mediano plazo.

Para los economistas, no basta con recuperar el ritmo de crecimiento económico si no que el mismo se distribuya entre la población, en palabras sencillas que se vea reflejado en el crecimiento de la riqueza personal y en el poder de compra de los salarios y de los ingresos, cuestión que todavía es casi imposible de alcanzar en el corto plazo.

Tampoco es suficiente volver a crecer sin que este crecimiento se vea reflejado en la disminución de la pobreza tanto absoluta como relativa; al mismo tiempo la recuperación del empleo como producto del crecimiento económico no es suficiente, para recuperar los niveles de vida, más aun cuando en el país hay una estructura salarial que está deteriorada, ya que la masa salarial ha disminuido su participación en la composición del ingreso nacional, durante los últimos 30 años esta composición paso del 50 al 25 por ciento lo que se ve claramente en el crecimiento absoluto de la pobreza en México.

Es por ello que la euforia presidencial por el alto crecimiento registrado en el segundo semestre del presente año no durara mucho tiempo, en primer lugar porque el crecimiento económico del país está condicionado a las oscilaciones de la economía internacional y en particular de los Estados Unidos; porque en el corto plazo no se registrará una distribución significativa en el ingreso, hay que señalar que la economía mexicana es altamente monopólica, lo que impide que el crecimiento económico se vea impactado en el aumento y poder de compra de los salarios, la recuperación económica solo beneficia al capital, inclusive al crecimiento de la actividad productiva no impacta inmediatamente en los ingresos de las finanzas públicas, es por ello que la euforia presidencial no durará mucho tiempo, mientras continua el empobrecimiento de la población.


 

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