domingo, 3 de octubre de 2010

MORELIA SECUESTRADA POR LOS CAPITALES


José María Carmona

El desarrollo urbano y económico, tanto de la ciudad de Morelia como del municipio es importante, mas aún cuando una cuarta parte de la actividad económica de Michoacán se concentra en esta área geográfica.

El crecimiento económico y urbano del municipio de Morelia en los últimos veinte años ha sido exponencial por decirlo de alguna manera, pero al mismo tiempo han sido otros factores determinantes para este proceso, entre ellos destacan la descapitalización de la zona rural y por lo tanto el empobrecimiento de la población, la migración del campo a la cuidad, así la entrada en vigor de las reformas al artículo 27 constitucional que permitió la privatización de los ejidos.

En este sentido la ciudad de Morelia económicamente ha perdido desde hace diez años el equilibrio en la distribución de la actividad económica, así pues, el centro de la ciudad ha perdido importancia económica.

Ahora la distribución espacial de las actividades económicas-servicios y comercio que son la especialidad de la ciudad-se ubicaban en el centro histórico y desde hace aproximadamente treinta años se inicio el desarrollo del oriente de la ciudad con el establecimiento de la primera plaza comercial y una moderna zona residencial, cabe señalar, que en la década de principios de los ochenta, la familia Ramírez, comenzó a comprar tierras ejidales concretamente en los ejidos de Ocolucen, a precios de ganga, a pesar de que en aquel tiempo, la venta de las tierras ejidales no estaban permitidas porque lo impedia el artículo 27 constitucional, y así nació el primer desarrollo inmobiliario y comercial de la ciudad de Morelia, y con ello el auge de la especulación, que por muchos años he marcado y dividido a la ciudad, por no decir en una ciudad dividida por clases sociales , el oriente para las zonas residenciales y comerciales y el poniente para las colonias populares, de esta manera económicamente la ciudad quedo dividida  en dos polos económicos, el centro y el oriente.

De acuerdo  a la lógica del desarrollo urbano la ciudad de Morelia en términos de su funcionalidad esta invertida, en su vida cotidiana, las zonas habitacionales de los empleados o trabajadores están en los extremos, es decir en el poniente, mientras que los lugares de trabajo se encuentran al oriente.

Al norte de la ciudad, el crecimiento poblacional ha sido acelerado así se está configurando la zona conurbada con el municipio de Tarimbaro, Charo y otros municipios, pero al sur de la ciudad, el límite de crecimiento está determinado por la loma de Santa María que constituye el pulmón de la ciudad y la reserva de los mantos acuíferos, sin embargo los especuladores inmobiliarios no se han detenido a pesar de la advertencia tanto de los especialistas y los ecologistas, en el sentido de evitar el desarrollo residencial y comercial en dicha zona y con el beneplácito o porque no decirlo con la complicidad de las autoridades municipales ahora se inaugura un nuevo polo comercial y residencial construido por la iniciativa privada, violando las normas federales, estatales y municipales en materia ambiental y seguridad en la materia.

Como es conocido es imposible el acceso a la loma de Santa María, tal como lo demanda el nuevo polo de desarrollo, inicialmente se pretendía construir un megatunel, posteriormente un megapuente pero la oposición de la ciudadanía evito que se hicieran posible sus pretensiones, sin embargo el desarrollo inmobiliario y comercial siguió adelante sin que ninguna autoridad lo pudiera impedir, imponiéndose así los intereses privados a los públicos a costa de la viabilidad de la conservación de la reserva ecológica de la ciudad de Morelia.

Hoy las autoridades municipales, estatales y federales se encuentran en un dilema, de cómo garantizar el acceso a la loma de Santa María para satisfacer los intereses privados de los dueños que se han apoderado de esa parte de la cuidad, sin afectar el medio ambiente y tomando en cuenta que la loma tiene una falla geológica de alto riesgo y que el intenso tránsito vehicular deteriora la zona en prejuicio de los morelianos.

Pero una cosa es cierta los intereses del capital privado moreliano se ha impuesto y en el corto plazo demandaran la construcción de un acceso a su nuevo mercado, lo cual es imposible sin antes poner en riesgo la loma de Santa María; en síntesis desde hace años y más ahora el desarrollo urbano de Morelia  no lo determina el interés público sino que los grandes capitales han impuesto el ordenamiento urbano generando los problemas estructurales ampliamente conocidos, generando altos niveles de contaminación, el desgaste acelerado del equipamiento urbano y las vialidades, donde Morelia cada día que pasa se vuelve una ciudad imposible de habitar con altos costos económicos, sociales y ambientales y las autoridades están subordinadas a los intereses de los dueños de los capitales, que tienen secuestrada a la ciudad.


 

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