domingo, 1 de mayo de 2011

REFORMA POLÍTICA ABORTADA



José María Carmona

El Senado de la República aprobó por mayoría calificada la reforma política para enviarla a la Cámara de Diputados para su aprobación, sin embargo los diputados decidieron enviarla a la congeladora y con ello la reforma política quedo abortada, porque se tendría que votar con 90 días antes de iniciar el proceso electoral de 2012, hay que tener presente que el próximo periodo de sesiones del congreso de la unión iniciaría el primero de septiembre del presente año por lo que será improcedente jurídicamente la aprobación por parte de los diputados de la reforma política.

En primer lugar la reforma política es una respuesta necesaria por parte de un sector de la clase política ante el desprestigio de la misma frente a los ciudadanos, pero al mismo tiempo el régimen político del país ya no responde a las necesidades de la clase dominante por el gran descontento de la ciudadanía ante la situación no solo política sino económica y social, cada día que pasa la vida pública e institucional del país se deteriora aceleradamente,  prácticamente no hay institución del estado mexicano que no se encuentre en su funcionamiento deteriorada.

Mientras que la mayoría de los mexicanos viven en la pobreza, el hambre y la miseria, hoy en México existe una clase política llena de privilegios y con rasgos autoritarios, subordinada ante los poderes facticos e involucrada con la delincuencia organizada, el ejercicio del poder y por no decir también de los poderes públicos no es transparente y ni que decir de la carga impositiva así como del ejercicio del gasto público y los escándalos de corrupción que se han registrado después de la alternancia en el poder, cuando la mayoría de los electores echaron de la presidencia de la república al PRI, terminando con un régimen político autoritario que domino durante 71 años a los mexicanos y cuya característica principal fue la antidemocracia.

En estos casi 11 años de régimen democrático inaugurado en el año 2000 el pueblo de México ha continuado luchando por mayores libertades políticas y democráticas, sin embargo los gobiernos panistas tanto de Fox como de Calderón, se negaron y pactaron con el PRI y el PRD a no desmantelar el régimen autoritario, quedando pendiente las tareas democráticas que tanto demandan amplios sectores de la población.

En este sentido el pueblo de México en su mayoría demanda una participación más directa y activa que se contrapone directamente con el régimen de dominación de la clase política pero el deterioro de la vida política y sus rasgos de crisis son profundos, más aún cuando no se puede garantizar la seguridad pública.

Ante esta situación la clase política incluyendo al presidente Calderón es consciente y se ven obligados a conceder ciertas concesiones políticas a los ciudadanos, en este caso de democracia directa como la figura de iniciativa ciudadana, consulta popular y candidaturas independientes.

Sin embargo el sector priista más antidemocrático representado por Enrique Peña Nieto actual gobernador del Estado de México y aspirante a la presidencia de la república, cuya candidatura fabricada por televisa, y que hoy controla la mayoría de la bancada priista  en le cámara de diputados, decidió mandar instrucciones para que la reforma política fuera congelada y con ello cancelar toda posibilidad de participación de democracia directa en la vida política del país por parte de los ciudadanos; los priistas peñistas conjuntamente con un sector de los panistas no quisieron correr el riesgo de que la ciudadanía estuviera activa y participante en el proceso electoral del 2012 y por ello procedieron a abortar la reforma política y con ello toda forma de democracia directa o participativa por parte de los ciudadanos como un derecho democrático.

Por otra parte tanto el PRD como el PRI y el PAN son corresponsales de la antidemocracia en todos los órdenes de la vida nacional, y prueba de ello está la falta de nombramiento de tres consejeros electorales.

Pero la vida pública del país necesita profundizar el proceso democrático, esencialmente en las organizaciones sociales y sindicales, en las escuelas, en los centros de trabajo y en todo el quehacer público en pocas palabras se necesita una verdadera revolución democrática y sólo se podrá alcanzar mediante la movilización de los trabajadores y todas las organizaciones sociales.

La reforma política abortada será insuficiente para profundizar en la vida democrática para ello también se requiere de una cultura democrática empezando con las más elementales formas de organización social donde estén representadas y activas las minorías reconociéndoles sus derechos humanos y sociales.

Solamente con la participación de los trabajadores y las organizaciones sociales a través de la movilización se podrá avanzar en las tareas democráticas pendientes que sólo pueden llevarse a cabo por el pueblo trabajador de este país; la clase política está llena de privilegios, hundida en la corrupción y bajo la sospecha de la complicidad con el crimen organizado, es por ello que sólo los trabajadores mediante sus métodos de luchas podrán concretar la tareas políticas y democráticas pendientes.

 

 

 

    

 

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