jueves, 28 de septiembre de 2017

ANTE LA EMERGENCIA NACIONAL, SUSPENDER LA ELECCIÓN 2018


José María Carmona

Ante la tragedia nacional por los sismos del 7 y 19 de septiembre, donde miles de mexicanos han quedado damnificados, ha surgido la insurgencia de la sociedad para salvar vidas no solo humanas si no también animales; la solidaridad a vuelto a emerger en medio  de una cultura del neoliberalismo que es sinónimo de interés egoísta, de competencia y de una conducta "humana" individualista que tiene como finalidad la ganancia del capital.

De esta manera los gobiernos a todos los niveles en diez estados del país que fueron afectados por los sismos incluyendo la capital del país quedaron rebasados por la sociedad civil que se volcó aprestar auxilio momentos después del sismo, sin importar quién era quién, en medio de los pedazos de concreto, las varillas retorcidas, el polvo de la tierra  por los derrumbes, las cadenas humanas que se formaron tanto para ir quitando los pedazos de escombro como para abastecer a los brigadistas y voluntarios, así mismo para preparar los alimentos que permitieron mantener con energías y descanso a los mismos.

La solidaridad se volcó a las calles y  la población tomo el control de la situación auto organizándose, provocando el terror del gobierno de Peña Nieto por lo que tuvo que sacar a los soldados y marinos para supuestamente controlar la situación, pero en lugar de eso se convirtieron en un obstáculo en las operaciones de rescate.

Lo anterior, llegó al ridículo en el caso del Colegio Rébsamen donde el general Ángel Enrique Sarmiento monto un espectáculo perfectamente controlado para rescatar a una supuesta infante de nombre Frida Sofía en complicidad con Televisa.

Mientras que en otros lugares del desastre en la Ciudad de México, la ayuda se obstaculizaba por parte de la milicia y Peña Nieto únicamente apareció para tomarse la foto.

Los partidos políticos y sus dirigentes en los primeros días enmudecieron ante la magnitud de la tragedia, fue la sociedad civil principalmente constituida por trabajadores de la construcción que participan todavía en las labores de rescate las que por medio de las redes sociales cuestionaron al gobierno peñista y a los impúdicos partidos políticos; haciendo la petición de que entregaran sus millonarias prerrogativas que derrocharan en propaganda política en el proceso electoral del 2018.

A través de la plataforma Change org. Más de siete millones de ciudadanos firmaron la petición demandando que los impresentables partidos políticos renunciaran a los recursos financieros que le toca para hacer campañas electorales por más de 6 mil  millones de pesos el año que entra.

Por su parte, López Obrador, salió a decir hipócritamente  que su famosa Morena donaría en 20 por ciento de lo que le toca pero que no lo entregaría a la Secretaria de Hacienda, mientras que Enrique Ochoa Reza a ido más allá y propone "donar" el cien por ciento de las prerrogativas del cuarto trimestre y los 6  mil millones de pesos ya mencionados por única vez además de eliminar a los  plurinominales tanto senadores y diputados federales como locales lo que significa toda una maniobra para eliminar a las minorías políticas en la representación popular lo que significa un retroceso en términos formales en la democracia del país, aunque mayoritariamente existe el repudio ciudadano a la partidocracia.

Los sismos también han fracturado estructuralmente al régimen político constituido en sistema de partidos, es muy aventurado, pero no se descarta la hipótesis de que el mismo también se derrumbo con los sismos.

Hoy ni el gobierno, ni los partidos políticos impúdicos y sus dirigentes hablan de suspender el proceso electoral del 2018, donde harán derroche de los recursos financieros de origen público y que constituye ya para el pueblo de México un insulto nacional.

En medio de la tragedia y los altos costos que  tendrá la reconstrucción de las zonas afectadas del país y los daños a la población civil, donde el gobierno peñista y el que venga hará caer sobre las espaldas del pueblo trabajador mediante mayor endeudamiento y seguramente mayores impuestos, pero esto será objeto de otra entrega.

En medio de  la tragedia nacional, se impone la necesidad de suspender el proceso electoral del 2018 y que la sociedad civil, concretamente el pueblo trabajador le arrebate a la impúdica clase política y  al gobierno peñista el rumbo del país. Los trabajadores y el pueblo de México, y el país  que  todavía  no sale de la emergencia, no tienen por qué pagar el costo de la reconstrucción nacional. Es la hora de plantear un nuevo sistema político y gobierno en manos de los trabajadores y la sociedad civil.     

  

   

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